1203 vistas
La Fontana del Mascherone de Santa Sabina en la Plaza Pietro D’Illiria, situada a la entrada del Giardino degli Aranci (Jardín de los Naranjos) en el Monte Aventino, es un destacado monumento de Roma.
Diseñada por el renombrado arquitecto Giacomo della Porta en 1593, esta intrigante fuente presenta una máscara de mármol distintiva. Originalmente parte de una fuente en el Foro Romano, esta máscara tiene una historia fascinante, habiendo sido trasladada varias veces antes de encontrar su ubicación actual.
El depósito bajo la máscara proviene de un antiguo baño termal romano, probablemente datado en los siglos I o II d.C., lo que resalta la mezcla de elementos históricos en su diseño. La fuente mide aproximadamente 1,5 metros de altura y 2 metros de ancho.
Cabe destacar que esta máscara guarda una gran similitud con la Boca de la Verdad, que se encuentra cerca.
La fuente en la película “La Gran Belleza”
En una de las escenas iniciales (minuto 15) de la película “La Gran Belleza” (2013), el personaje principal, Jep Gambardella, bebe de un *nasone*, una típica fuente romana situada junto a esta histórica fuente.
Luego, camina por la zona, marcando el comienzo de la exploración de la belleza y decadencia de Roma en la película.
Esta escena resalta la atmósfera serena e histórica de la fuente, lo que la convierte en un lugar destacado tanto para locales como para turistas.
Historia de su creación
La *Fontana del Mascherone* es una obra ejemplar del arte barroco romano. La fuente está compuesta por una gran máscara de mármol con cejas fruncidas y un bigote prominente. Fue diseñada por el cantero Bartolomeo Bassi basándose en dibujos de Giacomo della Porta.
La máscara, creada en 1593, formaba parte originalmente de una fuente en el Campo Vaccino, situada sobre el depósito de granito que actualmente está debajo. Este depósito funcionaba como abrevadero para los rebaños que pastaban en la zona.
A principios del siglo XIX, el papa Pío VII Chiaramonti (1800-1823) trasladó el depósito de granito a Montecavallo para que sirviera como fuente bajo las estatuas de los Dióscuros. Posteriormente, la máscara fue llevada al Porto Leonino y se instaló en la Fuente de Acqua Lancisiana. Permaneció allí hasta 1897, cuando la estructura fue desmantelada para dar paso a la construcción del Lungotevere.
En 1936, el arquitecto Antonio Muñoz reensambló la máscara y el depósito en una única estructura. La colocó en un nicho a lo largo de los muros del Giardino degli Aranci, donde sigue cautivando a los visitantes con su valor histórico y artístico.
Ambas fuentes son paradas esenciales para quienes exploran el rico patrimonio histórico y arquitectónico del Monte Aventino, ofreciendo una visión del pasado de la ciudad y un escape tranquilo del bullicioso entorno urbano.