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La Plaza de la República (Piazza della Repubblica) en Roma es una famosa atracción turística con una historia fascinante. Al mismo tiempo, su solución compositiva moderna se considera un excelente ejemplo de las formas arquitectónicas de una nueva era. Durante muchos años, esta parte de la ciudad ha sido un lugar de vacaciones favorito tanto para los lugareños como para los visitantes de la capital italiana. Sin una visita a la Plaza de la República, las impresiones de Roma estarían incompletas.
Historia
Durante la existencia del Imperio Romano, un hermoso jardín se encontraba en el territorio de la actual Plaza de la República, adyacente a un enorme complejo termal cuya construcción comenzó durante el reinado del Emperador Diocleciano en el año 298.
Con su construcción, más de 40,000 cristianos y esclavos perecieron debido al agotador trabajo y al hambre. Los baños públicos, que eran muy populares entre los romanos, ocupaban alrededor de 13 hectáreas y podían albergar a unas 3,000 personas.
Los llamados Baños de Diocleciano consistían en varias estructuras, incluidas algunas no relacionadas con los procedimientos de agua:
- Baños con piscinas frías y calientes
- Gimnasios
- Teatros para espectáculos
- Bibliotecas
- Invernaderos con pabellones y fuentes
El complejo en sí, hecho en forma de exedra (una profunda hornacina semicircular con un semicírculo de cúpula), duró varios siglos y se convirtió en ruinas en el siglo V. Los baños destruidos permanecieron intactos durante casi mil años.
Durante el Renacimiento, se decidió dar nueva vida a las ruinas romanas antiguas. Se formó un área llamada Piazza Esedra, y en el sitio de los antiguos baños se erigió una basílica según el diseño del gran Miguel Ángel Buonarroti. Con el tiempo, se llevaron a cabo nuevas transformaciones: gracias a los esfuerzos del Papa Pío IX en 1870, se instaló una fuente con leones de bronce, que con el paso del tiempo cambió significativamente su apariencia.
Unos años más tarde, en 1898, se completó la construcción de estructuras semicirculares en estilo antiguo con columnatas y arcos ojivales. El proyecto, que dio monumentalidad y escala al complejo arquitectónico, fue dirigido por el maestro italiano Gaetano Koch.
En 1960, con la inauguración de los Juegos Olímpicos de verano, la plaza fue renombrada y adquirió su nombre actual, aunque los lugareños todavía la llaman habitualmente Esedra.
Cómo Llegar a la Plaza de la República
Encontrar la Plaza de la República en Roma no es difícil. Una forma rápida y conveniente es tomar el metro en la línea A y bajar en la estación del mismo nombre, Piazza Repubblica. La plaza en sí está cerca de la estación de tren Termini (Roma Termini), a menos de cinco minutos a pie. Desde ella se origina la calle principal de la ciudad, un lugar favorito para pasear: la Via Nazionale.
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Fontana delle Naiadi
La Fuente de las Náyades (Fontana delle Naiadi), ejecutada en el espíritu del simbolismo, se ha convertido en una brillante decoración de Roma. Fue construida en 1901 y ocupó la parte central del espacio arquitectónico de la plaza. La autoría de la composición escultórica pertenece al maestro italiano Mario Rutelli.
La base del monumento se remonta a la década de 1870. El Papa Pío IX mandó construir originalmente la fuente para conmemorar la creación del nuevo acueducto llamado Acqua Pia-Marcia, en honor al antiguo Aqua Marcia, construido en el año 144 a.C. Sin embargo, algunos años más tarde, el nuevo gobierno italiano renovó toda el área, y la fuente se amplió y se trasladó unos 80 metros a la ubicación donde se encuentra hoy.
Muchos ciudadanos de Roma estaban insatisfechos con la decoración de la fuente, y el ayuntamiento de Roma decidió encargar estatuas reales. Finalmente, en 1901, Mario Rutelli, un artista siciliano, fue encargado de diseñar cuatro estatuas para decorar las esquinas de la fuente. Las nuevas esculturas creadas son cuatro ninfas: la Náyade de los Océanos, la Náyade de los Ríos, la Náyade de los Lagos y la Náyade de las Aguas Subterráneas, donde cada una presentaba un animal de su entorno.
Santa Maria degli Angeli e dei Martiri
Una iglesia inusual se encuentra en la Plaza de la República, glorificando a la Santa Virgen María, a los Ángeles y a los Mártires. El nombre completo del templo es la Basílica de Santa Maria degli Angeli e dei Martiri. A mediados del siglo XVI, con la bendición del Papa Pío IV, se aprobó la decisión de erigir una iglesia. La historia de su creación es interesante: el clérigo siciliano Antonio del Duca vio una luz inusualmente brillante sobre las ruinas del complejo termal, lo que lo llevó a pensar en construir un templo en este sitio. Las negociaciones con el alto clero sobre la necesidad de la construcción de una basílica se prolongaron por más de una década.
Finalmente, en 1561, el gran Miguel Ángel desarrolló un proyecto para la construcción de una iglesia, cuya fachada eran las paredes reconstruidas de las antiguas termas. Aunque el trabajo principal se realizó bastante rápido (después de cinco años), la decoración interior de la basílica duró más de un siglo. La decoración del templo se completó finalmente a mediados del siglo XVIII. El interior está decorado en estilo barroco italiano, basado en los diseños de Miguel Ángel. Esta parte del trabajo se llevó a cabo bajo la dirección del renombrado arquitecto Luigi Vanvitelli.
La basílica en la Plaza de la República es un lugar asombroso, un hermoso templo de interés no solo para el mundo cristiano sino también para los amantes del arte. Aquí se encuentran esculturas y lienzos de famosos artistas de siglos pasados, como Domenichino, Pompeo Girolamo Battoni, Carlo Maratta y muchos otros.